¿Qué es un Quickshifter y cómo funciona?

Jaime

Actualizado: 15 de abril de 2025

Jaime

Abr 15, 2025 | 0 Comentarios

Si llevas un tiempo en el mundo de las dos ruedas, seguramente ya has escuchado hablar del quickshifter. Ese invento mágico que promete cambiar de marcha sin usar el embrague y sin cerrar el gas. ¿Demasiado bueno para ser verdad? Pues no, ¡es real! Y si aún no lo tienes, es posible que lo eches de menos en cuanto lo pruebes.

En este post vamos a explicar qué es, cómo funciona y por qué mola tanto llevar un quickshifter en tu moto, sobre todo si eres de los que disfrutan exprimiendo cada marcha.

¿Qué es un quickshifter?

En pocas palabras: el quickshifter (o cambio rápido) es un sistema electrónico que te permite subir de marcha sin soltar el acelerador ni apretar el embrague. Literalmente, haces «clic» con la palanca y la marcha entra suave como mantequilla caliente.

¿Magia? No. Tecnología. Es un sistema que viene de la competición (cómo no) y que se ha ido extendiendo a motos deportivas, naked e incluso algunas touring y trail de última generación.

como es un quickshifter
Quickshifter de una Zontes 703F

¿Cómo funciona un quickshifter?

Vamos al lío técnico, pero sin pasarnos, que yo al fin y al cabo soy como tu, un motero aficionado, no un profesional del tema.

  1. Sensor en la palanca de cambio
    El quickshifter incorpora un sensor que detecta el momento exacto en que haces presión hacia arriba con el pie, intentando subir una marcha.
  2. Corte momentáneo del encendido o inyección
    Al detectar ese movimiento, el sistema interrumpe durante unas milésimas de segundo el encendido (en motos de gasolina) o la inyección de combustible. Esta pausa genera una caída de potencia que simula lo que pasa cuando cortas gas manualmente, liberando la tensión en la caja de cambios.
  3. Marcha engranada sin embrague
    Justo en ese microinstante, la marcha entra suave y sin necesidad de tocar el embrague. Tú simplemente mantienes el acelerador y… zas. Marcha arriba lista.

¿Resultado? Cambios rapidísimos, suaves y sin perder tracción ni tiempo. Ideal para exprimir cada curva.

¿Y para bajar marchas?

Aquí entra el autoblipper, que es el hermano guay del quickshifter. Mientras que el quickshifter tradicional solo sirve para subir marchas, los sistemas más avanzados (como los que llevan muchas motos de gama media/alta actuales) también permiten reducir marcha sin usar el embrague.

En ese caso, el sistema detecta que quieres bajar marcha y acelera automáticamente para igualar las revoluciones del motor con la velocidad de la rueda. Justo como haría un piloto experto haciendo «blip-blip» al reducir… pero sin que tú hagas nada.

¿Vale la pena tener quickshifter?

Depende de cómo y para qué uses la moto. Aquí van algunos casos:

  • Si haces mucha carretera de curvas o vas al circuito, te va a encantar. Las marchas entran tan suaves y rápidas que te sentirás Marc Márquez en cada subida de puerto.
  • En ciudad o conducción tranquila, no es tan necesario, pero sigue siendo cómodo. Aunque hay quien prefiere el control clásico.
  • Para viajes largos o conducción deportiva, reduce el esfuerzo y mejora la fluidez, lo cual se agradece tras varias horas de ruta.

¿Se puede instalar en cualquier moto?

Sí… y no.

Hay quickshifters universales que se pueden adaptar a muchas motos, especialmente si son de inyección y con cambio electrónico compatible. Pero no todas las motos lo permiten o funcionan igual de bien. Además, hay que tener en cuenta si el sistema es solo para subir marchas o también para bajar.

Lo ideal es:

  • Ver si hay un kit específico para tu modelo.
  • Consultar con un taller especializado o una tienda de accesorios.
  • Tener claro que, aunque se puede instalar, no es plug & play en todos los casos.

Estas son algunas motos de este año y el pasado que traen quickshifter de serie

  • Zontes 703F (7.992 €)
  • Yamaha MT-09 SP (12.000 €)
  • Kawasaki Z H2 (25.000 €)
  • Harley-Davidson CVO Pan America (29.249 €)
  • BMW R 1300 GS (18.000 €)
  • Honda CB750 Hornet (9.000 €)
  • Ducati Multistrada V4 S (24.000 €)
  • KTM 1290 Super Adventure S (20.000 €)
  • Triumph Tiger 1200 GT Pro (21.000 €)
  • Aprilia Tuono V4 Factory (17.000 €)
  • Suzuki GSX-S1000GX (16.000 €)
  • Indian FTR R Carbon (18.000 €)
  • MV Agusta Brutale 1000 RR (30.000 €)
  • Husqvarna Norden 901 Expedition (15.000 €)
  • Yamaha Tracer 9 GT+ (15.500 €)
  • Kawasaki Ninja ZX-4RR (9.500 €)
  • BMW S 1000 RR (22.000 €)
  • Honda CBR1000RR-R Fireblade SP (26.000 €)
  • KTM 390 Adventure S (7.500 €)
  • Ducati Panigale V4 S (28.000 €)

La lista es mucho mas amplia porque empieza a ser un básico en los equipamiento de serie.

El quickshifter es uno de esos inventos que una vez pruebas, cuesta dejar atrás. No es imprescindible, pero sí un gustazo para los que disfrutan de una conducción ágil y deportiva.

Y tú, ¿ya lo has probado? ¿Eres más de old school con embrague o del clic-clic moderno? Cuéntalo en los comentarios, ¡que aquí todos aprendemos algo nuevo cada día!

¿Te gustaría que hiciéramos un ranking con las mejores motos con quickshifter de serie? ¿O una guía para instalar uno en tu naked favorita? Déjamelo por aquí y lo preparo para el siguiente post.

¡Gas y curvas, motero!

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