Balance de Pingüinos 2025. Así lo he vivido

Jaime

Actualizado: 1 de abril de 2025

Jaime

Abr 1, 2025 | 0 Comentarios

Es lunes, 13 de enero. Todos los periódicos locales de Valladolid llevan en lugar destacado los datos, incidencias y temas destacados de Pingüinos 2025. No quiero ser menos, y desde El Motoblog, aunque no tenga ese ojo y esa prosa que solo tienen los buenos periodistas, no me resisto a dar mis impresiones de una cita que ya forma parte de mi vida, que ocupa un lugar preferente en mi agenda y de la que, a pesar de estar con la batería al 50%, no me he querido perder mi momento favorito: el desfile de banderas.

Por desgracia, he sido uno de los agraciados con la lotería de la gripe estas navidades, y no me ha dejado el cuerpo con muchas ganas de Pingüinos, lo que me ha llevado a apenas participar en las actividades, especialmente las nocturnas, a pesar de que este año bien nos podíamos haber llamado Flamencos, porque la temperatura ha sido más propia de zonas donde habitan los flamencos que los pingüinos. El tiempo ha sido realmente benevolente en la estepa castellana.

41.120 inscritos. Remontada

Si hay algo que todos estamos esperando el domingo a las 13 horas, en cuanto las motos empiezan a tomar camino a casa, es la cifra oficial de inscritos que anuncia la organización. Este año, con 41.120 inscritos, ha habido una remontada con respecto a la edición 2024, que se cerró con 38.550 asistentes, y roza el récord histórico de 43.316 inscritos en 2023.

Se resiste esa barrera psicológica de los 45.000 que todos queremos ver algún día, pero insisto en el detalle de inscritos porque en algún momento de los cuatro días que dura la concentración hay motos y motoristas que no se han inscrito y que participan en actividades como el desfile de banderas o aprovechan para sacar la moto del garaje y formar parte del ambiente motero que reina en la ciudad.

La clave vuelve a ser el buen ambiente

Los años de cortes de gas, quemar rueda, acelerones, quads haciendo el gamba por las calles y chavales con sus cross de 50 metiendo más ruido que miedo, han quedado atrás. Y, si bien es cierto que algún acelerón en el Paseo de Zorrilla o algún motero con poco amor por su burra ha hecho algún corte en una plaza (entre tanta gente no todo puede ser idílico), la tónica general de la cita pingüinera ha sido de nuevo el buen ambiente, el civismo (dentro de los límites más laxos de estos días en lo tocante a dejar motos en aceras) y la buena sintonía entre ciudadanos de a pie y motoristas.

Tan bueno y falto de incidencias destacables ha sido el ambiente que la polémica del fin de semana, si es que podemos denominarla así, ha sido que el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se subió de acompañante en una moto sin casco para recorrer, bandera de la ciudad en mano, una decena de metros en un recinto acotado en la Acera de Recoletos a la llegada de la comitiva de banderas. Hecho por el que el primer edil ha pedido disculpas por la imagen ofrecida, ya que se supone que debe dar ejemplo de comportamiento.

Captura de pantalla de la noticia en El Norte de Castilla. Foto de Carlos Espeso.

El desfile de banderas de Pingüinos 2025

Si tengo que hacer una crónica, como os he comentado al inicio, solo puede ser del desfile de banderas, ya que no he participado en más actividades este año.

Como todos los años, comienza con ese café y esa media docena de churros en el recinto antes de visitar la zona comercial, no sea que haya un parche que aún no me he comprado o por fin haya chaquetas de moto de invierno de mi talla (señores fabricantes de ropa de motos, los moteros orondos también tenemos derecho a ir protegidos con ropa motera vistosa).

Junto a mis queridos Edu y Maite, acompañantes año tras año en la cita sabatina, y tras haber pasado por la obligada y devota visita a mi media naranja al puesto de Cruz Roja del recinto (ella sí que ha echado horas este año en Pingüinos), engalanamos nuestras respectivas monturas. Ellos, su GS con la bandera de su club, y servidor, mucho más vago y falto de mástil y bridas para la bandera del Real Valladolid de otros años, con una bufanda atada en el portaequipaje de mi NC750X. Del Pucela, por supuesto.

Este año ha sobrado ropa por todos lados. Los 16 grados que en algún momento han hecho en el mediodía vallisoletano han propiciado que incluso algún valiente haya hecho el desfile en manga corta. Eran gallegos, todo hay que decirlo.

Moteros en manga corta en enero en Valladolid, lo nunca visto.

Este año todo fue mucho más fluido y el recorrido ha sido ligero y con muy pocos parones, muchos menos que el año pasado, donde el desfile se hizo realmente tedioso por momentos.

Todo el recorrido se saldó sin incidentes, con el encuentro con clásicos como los Reyes Magos en el triciclo, que todos los años hacen las delicias de los más pequeños que acuden al recorrido a solicitar acelerones y que choquemos la mano. Incluso hubo quien no quiso privar de la experiencia a su perrete, un precioso caniche marrón que, debidamente atado y en su cesta, iba de paquete en una moto que llevé bastante tiempo delante mío y que también fue la atracción del público congregado en los aledaños de todo el recorrido.

Soy poco dado a soltar el manillar para chocar la mano en el recorrido porque a 15 por hora no es, a veces, buena idea, pero no pude resistirme a chocar con unos muchachos que enarbolaban varias banderas de la Comunidad Valenciana en un tramo que, además, se prestaba a ello.

En nada nos plantamos ya en la estación de tren, lo que supone los últimos metros antes de meta. Lo sucedido después poco tiene ya de historia, pues fue acudir a algún lugar donde aplacaran nuestra sed.

Y todo esto con 16 agradables grados

Estuve dudando si parar en medio del desfile a cambiarme de chaqueta, ya que entre el punto A y el punto B del recorrido está mi casa, pero al final tiré sin parar, no sin que ello supusiera un asado de calor. Este año hemos sido bendecidos con unas temperaturas primaverales durante todo el fin de semana, lo cual, sin duda, ha propiciado que la asistencia rozara cifras de récord, tanto en inscritos como en ocupación hotelera.

Premios y entrega del Pingüino de oro 2025

El domingo por la mañana es momento de despedidas, de los sorteos y de las entregas de premios. La Plaza Pingüinos del recinto se llenó para asistir a un momento muy importante en la ceremonia de clausura: la entrega del Pingüino de Oro, un galardón que reconoce a instituciones o personas que hayan destacado por su afición o apoyo al motociclismo, y a los profesionales del deporte del motociclismo que más hayan destacado en sus respectivos campeonatos.

Este año, los Pingüinos de Oro se han concedido a la campeona del mundo de enduro, Mireia Badia, y a José Luis Berenguer, presidente de la Federación de Motociclismo de la Comunidad Valenciana, como reconocimiento a todos los voluntarios que desde la federación valenciana han coordinado y representado a estos motoristas de toda España y Andorra que han prestado su ayuda y sus ruedas a los damnificados por las riadas en las zonas más afectadas de la provincia de Valencia. Muchas banderas de la Comunidad Valenciana, por cierto, se han podido ver este fin de semana en Valladolid, cosa que a quien les escribe no deja de emocionarle un poco.

La Leyenda Continúa alcanza los 12.920 inscritos en Cantalejo

La otra gran cita motera de la comunidad es La Leyenda Continúa, que tiene lugar en la localidad segoviana de Cantalejo, la cual también crece año tras año y que esta edición ha rozado los 13 mil inscritos, animados sin duda por este buen tiempo que también ha habido en Segovia.

Inicia Ana María Criado su crónica de La Leyenda en la edición segoviana de El Norte de Castilla así: «Una vez que las motos se despiden de Cantalejo, es hora de hacer balance, que en este caso es muy positivo. La concentración motorista invernal La Leyenda Continúa vuelve a hacer honor a su nombre al batir récord de inscritos por cuarto año consecutivo.» leer noticia completa.

Lo mejor es que en la dinámica de crecimiento de las grandes concentraciones moteras de invierno en Castilla y León, y aquí meto a Motauros, unas no restan participantes a otras. Todas crecen, ya que cada una tiene su público fiel. Además, en el caso de Motauros, que se celebra una semana después de Pingüinos y La Leyenda Continúa, se aprovecha de la inercia de la semana anterior, ya que algunos motoristas hacen el petate, pero no para ir a su casa, sino a Tordesillas a continuar la fiesta a dos ruedas.

En cualquier caso, desde este blog, su autor, como motorista y como castellano, celebra que todas las concentraciones de motos locales sean un éxito y que año tras año el balance, tanto en participantes como en la satisfacción de asistentes, comerciantes locales y organizadores, sea pleno.

Enhorabuena por otro año de sano ambiente motero y camaradería. Espero que el año que viene la salud me respete y pueda escribir una crónica algo más completa porque, si no es en primera persona, en este blog no tiene sentido.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *